2 sep 2006

Bisoño, el intelectual

Luego de una larga noche de insomnio y una que otra pesadilla, me encontré tirado en la cama por la mañana, con el control en la mano y cambiando el canal de la televisión a diestra y siniestra como en mis mejores días de infancia. Por alguna extraña razón (probablemente se deba a las hormonas), me quedé viendo un rato el programa “Tempranito” que transmite TV Azteca donde este personaje afeminado de nombre Daniel Bisoño suele hacerse acompañar por dos co-conductoras de gran belleza, además de un sin fin de modelos que afortunadamente para nosotros captan la atención con la poca ropa que portan. Justo en el momento que le quite el “mute” me encontré con esta niña pelirroja que hacía agudos comentarios a Bisoño sobre el puntual y excelente informe que había presentado el presidente Fox, como salido de la dimensión desconocida, llegué a pensar que todo era producto de mi falta de sueño; pero estos personajes acartonados de la televisión seguían hablando sobre el logro de la democracia y el mal obrar de los legisladores perredistas al impedirle al benévolo Vicentico hablar en la tribuna del legislativo de los pasos agigantados con los que avanza el país, de los grandes logros de su administración. El clímax llegó cuando el ahora intelectual Bisoño exigía la libertad de expresión que con tanto trabajo había logrado Chente Fox y que ahora estaba secuestrada por unos bándalos con hambre de poder, para luego terminar con unas fanfarrias y un ¡que viva el presidente Fox!, donde todo el público aplaudía enajenadamente. Entonces tristemente decidí no ver más televisión. Entendí a la mala que este país renunciaba a su grandeza histórica, que nos seguiríamos conformando con mediocridades, con gobiernos que saquean al pueblo sin que nadie los detengan y además sonríen para la foto y le dicen a la prensa, vamos por buen camino. Cuando leí la terrible novela “1984” aquella donde el gran hermano, El Estado, tomaba control de la vida pública y privada de la sociedad y de cada individuo, nunca creí llegar a verlo, nunca creí que el hombre llegara a esos extremos; pero lo que vi en la televisión esta mañana no estaba alejado de esa ficción que creó George Orwell. A todas horas, en cada programa de televisión los ilustres locutores de programas de televisa y televisión azteca nos saturan con sus reclamos hacia quienes tomaron el centro de la Ciudad de México, aquellos que no respetan la democracia, aquellos indios violentos y nacos que ensucian y son manipulados por López Obrador, nos dictan que sentir y pensar, lo abominable de estos es que hay mucha gente que les cree, ya que para muchos la T.V. es su único acceso a la realidad fuera del agotador trabajo y los problemas económicos. Los prestigiados diarios de Estados Unidos hacen lo propio y recomiendan a la resistencia civil ceder y dejar que Calderón asuma la Presidencia por el bien del país y de la democracia. Aunque no mencionan lo fraudulentas de sus dos últimas elecciones presidenciales dónde Bush ganó ilegítimamente. Dónde hubo electores que no aparecían en el padrón, compra de votos y una campaña mediática del miedo bien instrumentada apoyada por el aparato gubernamental (¿A alguien le suena familiar?). No me preocupa que Calderón sea presidente, -ese wey me vale madres-, ni tampoco Obrador, quien no es santo de mi devoción. Lo que me tiene desangelado es que el país se hunde y que seguimos peleando entre nosotros, bueno en realidad los políticos siguen peleando entre ellos para llevarse el mayor botín, mientras nosotros seguimos condicionados por los programas televisivos dónde perritos pavlovianos como Bisoño y sus acompañantes de gran belleza (además de un sinfín de nuevos intelectuales de televisa) y poca capacidad reflexiva hablan desenvueltamente de los logros de un país que ha sido masacrado, mutilado, saqueado a lo largo de su historia. La televisión es un medio muy peligroso, insertado en cada casa del país hace manipulables y moldeables a quienes se les ha negado una educación a cambio de spots que dicen lo que Fox, el IFE y los empresarios que se pudren en dinero quieren y les conviene que creamos.
La televisión y los medios impresos han sido usados como instrumentos del y para el poder. La realidad es lo que estamos dispuestos a ver, vemos un zócalo tomado por la resistencia civil, pero no vemos unos medios de comunicación secuestrados por grupos de poder; vemos a un peligroso López Obrador, pero no vemos a una cúpula panista que en seis años ha acumulado tanto poder como para desmantelar al país y venderlos por partes al mejor postor; vemos a legisladores perredistas que con Constitución en mano le impiden el paso a Fox, pero no vemos a una pareja presidencial que robó descaradamente a todos los mexicanos a tal magnitud que dejó a un títere como sucesor para que no se descubriera toda la porquería que hay en el gobierno federal. Eso que estamos dispuestos a ver es lo único que se nos muestra. No hay un proyecto de nación que incluya a todos los mexicanos, no hay un país para todos, ni comida decente ni una vida digna para todos, cuando salgo a la calle veo pocas personas felices con su vida, pocas conformes con su realidad social. Lo queme quedó de la campaña del miedo de Calderón es eso, miedo. Miedo por el país que veré en unos cuantos años, miedo por un México que se desangra y donde muchos no tienen literalmente nada. Pero esto a quién le importa, mientras podamos ver en la televisión a Bisoño –el nuevo intelectual y líder de opinión- y su ejército de conductores que entretienen al público con sus idioteces (citándolo a él mismo). Felicidades a Azcárraga y Salinas Pliego, es país es suyo, y con la complacencia de Fox y el Congreso, pueden moldearlo a placer. Ante el silencio cómplice de cada uno que tiene en sus manos el poder de hacer una diferencia. Yo me olvidaré que México se desquebraja y se cae a pedazos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ya no veas TV nacional, que el cable tiene sus joyitas, de vez en cuando un poco de animal planet, the history y discovery channel, ya encaminado ve AVATAR "el último maestro aire"

P.D.: deja de ver pelusería cinematográfica

aarongq dijo...

no, no, no, si precisamente era una invitación a dejar de ver la gloriosa (sí acertaste, es sarcasmo) televisión nacional; pero bueno seguiré tus recomendaciones. Saludos