27 ago 2009

Reforma al sistema electoral

Si alguien ha visto a esta abeja, quien después de no pagar la cuenta se robó un ipod nano, favor de denunciarlo a las autoridades pertinentes. Gracias.

En fechas recientes revivió la vieja discusión sobre la eficiencia y transparencia del IFE, quien pese a los más de 12 mil millones de pesos que reciben anualmente (¿cuántos millones de mexicanos no tienen para comer?), no logran que la democracia que tanto pregonan sea creíble para la ciudadanía, que cada vez está más al pendiente de su desempeño (no sólo para hacer spots o imprimir credenciales) para cuidar los procesos electorales; y para que la democracia deje de estar solo en los papeles de los discursos, o en los periódicos o en las declaraciones de los funcionarios.

Propuesta Uno. Que artistas de la farándula suplanten a la figura (no de acción, sino simbólica o pública) del político. Sustituir el proceso: cambiar el día de los comicios por un reality show de algunos meses de duración. El público votaría por sus candidatos (y los iría eliminando de forma progresiva). A la vez de escuchar sus propuestas de campaña; verían el melodrama de su vida privada, conocerían sus pasiones, sus miedos, sus esperanzas, sus secretos. En un reality lleno de política, intrigas, amor, desafueros, sospechosismos, celos y traición al más alto nivel del teatro shakesperiano. Nota: Usaremos indistintamente el término público, ciudadano, consumidor o electorado; tal y como lo hacen actualmente las campañas publi-políticas.

Beneficios:
1. El ahorro significativo en los costos de campaña. Esto debido a que el público ya conoce a los artistas de la farándula, por lo que esto generaría en un recorte importante al tiempo del proceso electoral y gastos de campaña.

2. Un ahorro en materia de seguridad y logística. Los artistas cuentan con seguridad privada (sus guaruras); y sus managers son eficientes en organizar firmas de autógrafos, conciertos, palenques, comerciales, y demás.

3. Aumento en el número de votantes y con el interés por el proceso electoral. Incluiría un premio millonario otorgado probablemente a un seguidor o militante del artista-político ganador.

4. Por primera vez la vida política del país le importaría al público. Además los programas de chismes han demostrado ser altamente especializados en remarcar los errores (por mínimos y/o circunstanciales que estos sean) hasta el hartazgo mediático, lo que proveería quizá, de una mejor memoria colectiva con respecto al actuar de nuestros gobernantes.

5. Se sustituirían los debates entre candidatos, por un programa de concurso; esto tendría el beneficio de que sabríamos con más certeza que tan capaces son nuestros candidatos; es decir, tendríamos finalmente parámetros objetivos para medir su desempeño; y dejaríamos de estar “esperanzados” a vagas promesas de campaña y discursos que no nos llevan a ningún lado.

6. En cuanto al beneficio ecológico, toneladas de basura electoral no inundarían las calles de nuestras ciudades. Mantas, volantes, gorras, lapiceros, gomas, etece, no se tirarían el día siguiente de las elecciones. Aunque probablemente estos souvenirs serían producidos por el Club de Fans o por los Amigos de...

7. La penetración de las revistas dedicadas a la farándula es mayor que el de periódicos, por lo que más gente estaría informada de manera oportuna y veraz.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Ahora si, te sacaste un mega 10, carnal... excelente, excelente...

Abel Reyes Solano dijo...

Viento comencemos con el reality, aguas y te roban la idea y la quieren hacer chow de los sueños o una mamada por el estilo jajajaja, maravillosa meditación del tema. Saca las chelas viejita!!!!!!

Abel Reyes Solano dijo...

Viento comencemos con el reality, aguas y te roban la idea y la quieren hacer chow de los sueños o una mamada por el estilo jajajaja, maravillosa meditación del tema. Saca las chelas viejita!!!!!!

Oscar Daniel dijo...

yo propongo que sólo participen mujeres guapas y buenotas. y que todas las eliminatorias incluyan luchitas en lodo.